Populismo Moralista
Luego de mucha discusión, el nombre formal que le pusieron en Gobierno es “Plan de Contingencia Jujuy Asiste y Reactiva”, para edulcorar un poco lo que se estaba anunciando. La causa, en cambio, fue aludida sin tanto titubeo: la crisis cambiaria que se está viviendo a nivel nacional. Pero, ¿qué hay detrás de los anuncios del gobernador Gerardo Morales?
En primer lugar, el reconocimiento explícito de que algo malo está pasando. Es sabido que la primera fase de una tempestad económica tiene que ver con el disimulo, haciendo honores a la famosa frase “si hay crisis, que no se note”. Aquí ya estamos en la etapa dos, reconociendo los problemas, llamándolos por su nombre, muy a tono con el presidente Macri y su positivismo de la verdad, por más mala que ésta sea.
Pero para el Gobierno Provincial los problemas tienen que ver con cosas de afuera, impredecibles, que no dependen de Jujuy. Así lo expresaron Morales y Haquim durante las últimas semanas, al remarcar que lo que se estaba viviendo en Jujuy no era otra cosa que las secuelas de una crisis económica desatada a nivel nacional, producto de la vuelta al FMI, la escalada del dólar y la disparada de la inflación. El gobernador hasta se permitió aconsejarle a Macri que suspenda la baja de retenciones al agro mientras dura la tormenta.
Ubicando las cosas, entonces, de lo que se trata es de ver qué medidas toma el Gobierno Provincial para contrarrestar los efectos de las políticas del Gobierno Nacional, más allá de la alianza estratégica entre ambas administraciones. ¿Qué anunció Gerardo Morales, acompañado de casi medio Gabinete, el viernes en el Salón Blanco? Simple: medidas de contención social, alguna de ellas tan elementales que cuesta pensar que se las enuncie como una política de Estado.
Reactivación de las cooperativas, ampliación de los comedores e instauración de nuevos planes de capacitación y formación. Demasiado aroma a Populismo, dirían algunos; demasiada asociación a las peores épocas, dirían otros, pero la cuestión es que las medidas anunciadas tienen que ver ni más ni menos que con más planes sociales, la vuelta en escena de las cooperativas y la casi duplicación de los comedores escolares.
El conjunto de anuncios no es otra cosa que el reconocimiento de que la situación está peor (¿qué cuándo?) y que es necesario implementar medidas de contención, apuntando a los sectores más vulnerables, que siempre son los que más golpeados en las crisis. A falta de trabajo genuino, y ya casi sin changas a la vista, se recurre a planes sociales y a reactivar desde el Estado lo que el mercado no ha hecho más que deteriorar.
Por supuesto, la retórica que eligió el Gobierno Provincial está muy lejos de la liturgia populista. Basta el ejemplo de ver cómo presentaron el tema de la ampliación de los comedores para ilustrarlo: “Desarrollo Humano ampliará sus servicios para garantizar el derecho a la alimentación”, reza la página oficial. Pero en el fondo, y el Gobierno lo sabe, el problema es que hay más familias con problemas para tener las tres comidas diarias, y por eso se toman medidas como ésta. Se le ponga el nombre que quiera, de lo que se trata es de contener la cuestión social, atravesar la famosa “tormenta” y prenderle una vez más un par de velas a las inversiones extranjeras para el futuro.