Peronismo: los que se animan y los que no
El peronismo jujeño atraviesa uno de esos momentos de transición: supo ser gobierno y tenerlo casi todo, y ahora pelea con la Izquierda por ser el principal partido de oposición. En ese marco, están los que buscan subir el perfil, tienen definiciones más punzantes y quieren competir en 2019, y los que aún no se atreven a levantar demasiado la cabeza.
El primer grupo tiene que ver con aquellos “que se animan”. Por animarse debe entenderse básicamente la voluntad y la decisión de criticar al Gobierno y soportar la respuesta de éste, pero también la vocación de armar una propuesta de poder para 2019. La Cámara de Diputados local es el lugar por excelencia donde se expresan estas voces, aunque por ahora no hay muchos que se atrevan.
Alejandra Cejas lo hace desde un primer momento, a partir de una actividad muy nutrida en la Cámara y de muchas apariciones en los Medios con denuncias a la administración de Morales. Su jefe de Bloque, Juan Cardozo Traillou, estuvo hasta ahora más preocupado en contener la sangría interna que en señalar aspectos del Gobierno, pero desde hace unas semanas empezó a subir el tono de sus críticas. Javier Hinojo, por último, resurgió de lascenizas la última semana con un gran discurso en el debate parlamentario, en la cual volvió a mostrar sus dotes de orador.
Por el lado de los diputados nacionales, tanto José Luis Martiarena como Carolina Moisés se mostraron críticos desde un principio, aunque en el caso del primero obedece a las ganas de volver a jugar como candidato el año que viene. A ambos les falta definir su pertenencia nacional: mantienen conversaciones con el Peronismo Federal y con Unidad Ciudadana, a la espera de las decisiones dentro de esos espacios y también de Comodoro Py.
En el Senado, Guillermo Snopek venía con un perfil bajo, tejiendo con operadores de Urtubey y pensando en reservarse para el 2023. Pero al parecer ciertos aspectos personales y subjetivos hicieron que explotara y expusiera a Morales nada menos que en el Congreso Nacional. Habrá que esperar para saber cómo evoluciona ese incipiente conflicto.
Y luego, por último, están los intendentes y jefes comunales, los que tienen territorio pero a su vez deben lidiar con el Gobierno Provincial. Con un Ficoseco decidido a “hacer la suya” y un Miguel Tito impredecible, el único que alzó la voz fue el intendente de El Carmen, Adrián Mendieta. El carmense viene señalando los incumplimientos de obras por parte del Gobierno Nacional, lo que le valió críticas de varios miembros del gabinete provincial, a los que les respondió crudamente por los Medios. Mendieta no oculta sus ganas de jugar en 2019, a partir de un armado de base que tenga como pivote su Liga de Intendentes y Comisionados Justicialistas.
Pocas voces todavía para un Justicialismo herido, que busca volver a ser protagonista en Jujuy. Que huele la debilidad de Morales y se relame, pero aún no sabe cómo rearmarse. Queda un poco más de un año para un camino que recién empieza